Un sistema eléctrico aislado hospitalario debe cumplir con cuatro requisitos básicos:
Requisitos
- Asegurar la seguridad tanto del paciente como de los componentes del equipo médico frente a riesgos eléctricos incontrolados.
- Asegurar la continuidad del funcionamiento del equipamiento médico.
- Evitar situaciones de pánico, ya sea por la falla del equipamiento o por descargas eléctricas.
- Advertir de la falla del equipamiento médico con la suficiente antelación.
Resulta evidente que estos cuatro requisitos están centrados en proteger, primero, la vida del paciente y, segundo, pero no menos importante, la seguridad del equipo médico encargado de su atención y cuidados.
Seguridad
Para ello es indispensable garantizar que cualquier corriente de fuga, por pequeña que esta sea, esté controlada y monitorizada para poder actuar en consecuencia. No hay que menospreciar el peligro que representa una pequeña corriente de unos pocos e insignificantes micro amperios para un enfermo de corazón que se halle en una UVI, por ejemplo: la más mínima descarga eléctrica puede acabar con su vida sin remisión.
Continuidad
Los equipos médicos que mantienen con vida a un paciente no “admiten” la posibilidad de ser desconectados por accidente, ni por mala praxis, dicho sea de paso, aunque resulte ser por un cortísimo espacio de tiempo, debido a un fallo momentáneo de la alimentación eléctrica, y mucho menos si este corte eléctrico es de larga duración: la vida del paciente vuelve a pender de un delgadísimo hilo. ECMO, hemodimia, diálisis, etc.
Evitar el pánico
Está claro que si se produce un corte del suministro eléctrico durante una intervención médica y el equipamiento necesario se desconecta, uno o varios de los integrantes del equipo médico puede entrar en pánico, lo que a su vez puede interferir en una rápida y efectiva solución al problema, dando como resultado un agravamiento del estado del enfermo, pudiendo ser fatal en algún caso como los arriba mencionados.
El mismo pánico, o mayor si cabe, se producirá si alguna persona del equipo médico recibe una descarga eléctrica cuando realiza su trabajo junto al enfermo, en un ambiente laboral que puede estar empapado de sudor, sangre o líquidos corporales del paciente; todo ellos peligrosos ante el paso de la corriente eléctrica.
Advertencia temprana
De todo lo anterior también se deduce que una buena monitorización del sistema, que detecte las posibles derivaciones y avise de ellas antes de que sean graves, es la mejor manera de garantizar tanto la seguridad como la continuidad como la tranquilidad y buen hacer del dispositivo médico.
Sistema eléctrico aislado
En lo básico, un sistema eléctrico aislado (IT) se diferencia de un sistema eléctrico tradicional (TT) en que ninguna de sus fases está puesta a tierra, cosa que ocurre con el neutro en un sistema TT.
Sistema eléctrico aislado (IT) | Sistema eléctrico tradicional (TT) |
Como se puede apreciar en la Imagen, en el sistema IT (izq.) la tierra es independiente del sistema eléctrico, mientras que en el TT (der.) la tierra está conecta en la estrella del circuito eléctrico o, lo que es lo mismo, el neutro está conectado a tierra.
Lo que, como se aprecia también en la imagen de arriba a la derecha, da como resultado la circulación de una corriente peligrosa en caso de derivación a través de un cuerpo humano debido a una alta diferencia de potencial entre la tierra-neutro y la fase derivada; cosa que no ocurre en el caso de la imagen de la izquierda, en la que la diferencia de potencial es muy pequeña y, por ende, la corriente que circula por el cuerpo también lo es.
Protecciones de un sistema eléctrico aislado
Debido al requisito sine qua non de la continuidad, el circuito eléctrico aislado no puede contar con un interruptor diferencial que corte la corriente en caso de derivación, aunque sí debe contar con unos fusibles que protejan la línea en el caso de que se produzca una sobreintensidad: un cortocircuito, por ejemplo.
Es por esto por lo que resulta de vital importancia la monitorización y el aviso temprano al equipo médico de los posibles fallos eléctricos, anticipándose así a la necesidad de protecciones contra derivaciones.
Origen de los sistemas eléctricos aislados hospitalarios
En sus principios, estos sistemas de seguridad se usaban para evitar las posibles explosiones o deflagraciones de los gases anestésicos utilizados en los quirófanos y otras zonas de los hospitales. Cualquier derivación eléctrica puede producir chispas que en presencia de dichos gases producirán, en el peor de los casos, terribles consecuencias para el paciente y el equipo médico.