El año pasado se celebró una serie de carreras de remo entre una selección de empleados de una empresa española y otra de empleados de una empresa alemana.
A principios de la primavera se produjo el primero de los tres enfrentamientos acordados, llegando el equipo español a la meta 20 minutos más tarde que el alemán.
Una vez analizada la carrera por parte de la dirección de la empresa, se comprobó que, mientras que la embarcación alemana iba tripulada por un jefe de equipo y 10 empleados, la española lo era por 10 jefes de equipo y un empleado; deduciéndose de ello que no se había puesto el empeño suficiente para cumplir con la meta productiva asignada a cada tripulante.
Pasada la decepción por el mal resultado de la tripulación en la primera carrera, se produjo el segundo encuentro a comienzos del verano…
Esta vez el resultado obtenido defraudó aún más a la dirección de la empresa, alcanzando la meta la embarcación española 30 minutos después que la alemana.
La conclusión a la que se llegó una vez finalizada la investigación sobre el nuevo descalabro fue que las modernas innovaciones realizadas en la composición de la tripulación, a pesar de no ser necesarias porque la anterior composición llevaba dando buenos resultados desde tiempos inmemoriales, no habían producido el efecto deseado debido a su poca motivación; esta vez estaba compuesta por dos encargados, 8 jefes de equipo y un empleado.
Por fin, a principios del otoño se produjo la última carrera…
Pero, a pesar del asesoramiento de De Pérez, De Gómez y asociados, de las reuniones con el comité de empresa hasta lograr que sus integrantes se implicaran en el proyecto común y de una nueva y especulativa composición de la tripulación encaminada a conseguir un aumento de la productividad; esta vez la desventaja respecto del equipo alemán fue de 40 minutos.
No había lugar para las dudas, si la nueva tripulación – compuesta por un jefe de producción, un jefe de personal, dos encargados, cinco jefes de equipo y un empleado – no había conseguido alcanzar los objetivos/hombre diseñados por la gerencia era por la dejadez y falta de sentido de empresa del empleado a cargo de la propulsión.
Basado en un escrito original anónimo