Aunque el movimiento de un giroscopio, el efecto giroscópico, no resulta fácil de explicar o de entender, por ser paradójico el resultado observado respecto del esperado por nuestra intuición; el movimiento también paradójico, se podría decir que contraproducente, relativo a los actos de los liberales respecto del ideal que defienden, resulta de lo más comprensible una vez analizado:
Éste es el decálogo básico para entender el giroscopio liberal:
- Sacar una oposición a funcionario, el puesto elegido ha de tener silla, sillón o sofá.
- Afiliarse a un partido político de centro esgrimiendo ideas liberales de propio cuño.
- Trepar y trepar hasta ser incluido en una lista electoral y salir elegido al congreso.
- Pedir la excedencia como funcionario y buen liberal, con la promesa de no volver.
- Promover políticas liberales encaminadas a adelgazar de funcionarios el estado.
- Privatizar la sanidad y la educación para asegurar un futuro más libre y justo.
- Externalizar los bienes y valores públicos para beneficio de los otros liberales.
- Convertir los desastres de la banca liberal en un problema de todos.
- Y, una vez resuelto el futuro del 99% de la población, recuperar el puesto anterior.
- Para, por último, dar el salto a una de las empresas anteriormente privatizadas…