A los dirigentes del gobierno del Partido Popular, al igual que a sus abuelitos, les retratan fielmente diferentes frases con idénticas palabras centrales: “Golpe” y “Estado”.
Si algunos de sus abuelos, y algunos de sus pasados integrantes, formaron parte del golpe de estado traidor, cobarde y necio del 36, algunos de los actuales forman parte del golpe al estado del 2011.
Todavía estoy por ver cómo el Partido Popular cumple una sola de las promesas electorales con las que engañaron el voto de muchos españoles en noviembre de 2011; y me aterra ver, por otra parte, cómo están entrando a saco con el aborto, la cultura, la educación, la seguridad ciudadana, la seguridad privada, la sanidad pública y la inteligencia de los que no fuimos tan tontos como para creernos ni una sola de sus trolas del 2011.