No como animales aterrorizados abandonando el barco, pero sí como animales, insultan la inteligencia de las personas cuando utilizan su verborrea barata para hacernos comulgar con ruedas de molino.
En su último comunicado, los antiguos presos por terrorismo, ahora animales libres, se acercan a los humanos para lamer los restos de sus cubos de la basura:
- Siendo conscientes de que sus palabras pueden generar sentimientos contrapuestos…
- Admitiendo que las condenas iniciales eran legales al contraponer la ilegalidad de los años de condena añadidos, como dicta la sentencia de Estrasburgo…
- Asegurando que la solución del conflicto, generado por ellos, vendrá dada por la normalización política democrática…
- Llamando ciclo armado del conflicto al asesinato y mutilación de niños, hombres y mujeres, indefensos, indefensos e indefensas…
- Exigiendo la derogación de toda medida excepcional y el respeto de todos los derechos…
- Trabajando para superar la represión y falta de libertad de su pueblo…
- Una vez bien relamido todo, todavía con el re sabor a detritus y sangre reseca, concluyen con más palabrería.
Se echa en falta una bandera que les identifique con algún pueblo en concreto, una capucha que les identifique como lo que han sido, son y serán; y, lo más importante,
se echa en falta una sincera y sin peros petición de perdón por el daño producido con sus actos inhumanos.