No me engaño, la policía antidisturbios se entrena para cascar la cabeza de sus “enemigos” sin el más mínimo reparo.
El enemigo somos nosotros, los demás, los que les pagamos el sueldo, porque ellos no generan ni un solo beneficio para la sociedad, solo protegen los intereses de sus amos los fascistas, los apoltronados, los liberales traidores, la conferencia episcopal y los que les venden la coca…