Nasrudín fue arrestado y conducido al tribunal bajo la acusación de haber mezclado carne de caballo en las albóndigas de pollo que servía en su restaurante.
Antes de pronunciar sentencia, el juez quiso saber en qué proporción lo hacía, y Nasrudín, bajo juramento, respondió:
– Al cincuenta por ciento, Señoría.
Después de la absolución un amigo le preguntó a Nasrudin qué significaba exactamente lo del “cincuenta por ciento”.
– Un caballo por cada pollo.