Tengo muchos motivos para no ir a votar, alguno de ellos solo por pataleta, otros por sentirme manifiestamente engañado por los políticos y el último por simple desidia…
Y, la verdad, solo tengo uno para ir a votar:
Me guste o no, las políticas que afectan a mi vida y a la de todos en España son dictadas por las instituciones europeas en mayor o menor medida, amén de las que lo son por la emperatriz, pero en ambos casos el Gobierno de España las sigue a pies juntillas, obviando con ello el voto de los que se lo prestaron en noviembre de 2011.
Así que, ¿por qué no cambiar esas políticas entre todos…? Los políticos solo entienden un mensaje: perder la poltrona.