Un referendo socialmente vinculante es la única medida que, bajo mi punto de vista, nos daría a los ciudadanos la sensación de que nuestro voto sirve para algo, en realidad, y no solo para que los políticos apoltronados se lo pasen por el forro de los cojones cada cuatro años una vez repuestos en el sillón.
La democracia actual no es otra cosa que un timo hecho ley por el estado y aquellos que lo controlan en la sombra, aquellos que, de facto, nos gobiernan y ningunean a diario.
Puesto que el gobierno es el único facultado para ello, y no se puede contar con él por lo dicho anteriormente, la solución pasa por crear una asociación ciudadana libre con una sola ideología, la social pura y dura, cuyos socios solo estén obligados entre sí, moralmente, a cumplir con una obligación, la de donar su voto a la asociación una vez resuelta la consulta si esta es acorde con lo preguntado en ella, para que un solo ciudadano, con su único y legal voto, participe por todos en los siguientes comicios; absteniéndose todos los demás en ellos. Así de sencillo.
Aquellos socios que decidan votar en un determinado referéndum para pedir cierta cosa al gobierno correspondiente, siempre que el resultado de la votación sea el de solicitarla, si el mencionado gobierno hace oídos sordos a la petición, se comprometen a ceder su voto – figuradamente – a uno solo de los socios, elegido por sorteo, que votará por la siguiente formación política – la siguiente en orden alfabético – de las participantes en los siguientes comicios legales a la fecha del referendo promovido por la asociación.
Dinos qué te parece votando en
«Me comprometo a ceder mi voto en el sentido anteriormente explicado, siempre que se cumplan las condiciones mencionadas que deberán ser aclaradas más explícitamente antes de ser puesta en marcha la asociación.»