Las tristemente famosas Unidades de intervención policial (UIP), en sus diversas formas en el tiempo, siempre han despertado en mí la más profunda desconfianza, unas veces por mis propias vivencias y otras, las más, por las vivencias escuchadas a otros…
Debido a esas vivencias y a otras más próximas en el tiempo, como el hecho de que los miembros del GRS de la Guardia Civil no se mojaran ni un poco las suelas de sus botas en El Tarajal, los puntos en su haber que yo les tenía asignados han ido cayendo más y más, rayando el punto más bajo.
Sin embargo, después de ver cómo algunos policías eran apedreados sin compasión el día 22 de marzo de 2014 por unos anormales sin cerebro, sin sentido común y absolutamente cobardes, amparados en la turba y el pasamontañas, y después de comprobar lo medido de los actos de las UIP, a pesar de que sus vidas corrían peligro; tengo que decir que los puntos en su haber han vuelto a subir en cierta medida, y solo espero que sigan subiendo en el futuro.
Por último,
aprovecho para expresar mi más dura condena de los ataques que sufrieron en sus propias carnes durante el desempeño de su función pública.