Altivo, chulesco diría yo, con cara de profesor de historia, pasos medidos y rodillas rectas, y un desmedido ego: así es Artur Mas a mis ojos, Arturo a los de Manos Limpias; ¡Hay que joderse…!
En su día se lanzó a la piscina indepre con la idea de aparecer como el nuevo profeta catalán a la vista de todos, pero se pasó de frenada, y ahora sale de la misma a que le pongan el albornoz para no acatarrarse con el fuerte viento de levante, que diría el embajador en Londres, y puede que algún que otro general de brigada; con bigote o sin él…
Pantomima de Mas – Juan Manuel Vidal Marcos – El diario Fénix
Sea como sea, Artur Mas es cada vez menos, poco a poco se va recogiendo en su propia mentira, que no solo se cree él, sino que hizo creer a algunos, muchos, catalanes.