Desde que hace unos días, el periodista Toni Bolaño se metiera con La Sexta por ser, según él, el escaparate mediático de Podemos -imagino que dirigiendo su mirada a Antonio García Ferreras, por el rebote que se ha pillao-, desde el programa de Susana Griso, Espejo Público; Ferreras anda tirando con perdigón lobero cada vez que sus analistas le dejan un hueco. Refiriéndose a Toni Bolaño –supongo- con frases del tipo: “pelotas del Psoe” y otras no dichas, pero sobreentendidas por la vehemencia y la cara de mala hostia que pone…
Mientras, Francisco Marhuenda a lo suyo, con la sonrisa interior que le caracteriza y las puntas de los dedos negras como tizones de tanto rasgar hojas de periódico para su colección personal; que, dicho sea de paso, miedo me daría de ser periodista, porque esa colección se puede convertir en una maldición en el altar de Marhuenda si este pretende hundirte: solo tiene que decir lo bien que le caes… Es lo que hoy mismo ha hecho con Juan Carlos Monedero, defendiendo su honorabilidad en público y en directo, ante la atónita mirada de Susana Griso.
Me resulta difícil entender cómo lo hace Susana para salir indemne de este tiroteo ideológico entre algunos periodistas de diferentes medios del Grupo Atresmedia.