Puesto que yo no formo parte de la plantilla de La sexta ni tampoco de El Confidencial, no tengo acceso a La lista Falciani más que en la capa externa de la información que ambos medios entregan día a día, por supuesto, aunque, si fuera o fuese periodista de según qué otro medio, bien podría inventármela por completo y citar fuentes bien informadas después…
Sería un Inda de tres al cuarto…
Es que, en España hemos pasado del candado y la censura franquistas a la desinformación totalmente descontextualizada, pero bien dirigida hacia las mentes más maleables y menos pensantes de cada ideología.
Ya sé que se me va a ver el plumero, pero creo que Mamen Mendizabal y su equipo de Más Vale Tarde están informando sobre el asunto con bastante objetividad…
Lo de la lista Falciani no es más que la punta del iceberg, del que se han desprendido otros más pequeños, pero más peligrosos por ser menos visibles, y contra uno de ellos ha chocado de costado nuestro querido titánic nacional; un iceberg de grande como las cajas alemanas y los fondos de pensiones, también franceses, en los que las hormiguitas teutonas iban apalancando sus euros, mientras que iban obteniendo rentabilidades de nuestros rojos lodos de secarral en secarral, de pocero en pocero, de Zaplana en Zaplana.
¿Cuántos miles de millones en impuestos no tributados se han ido por las oscuras y malolientes alcantarillas de la banca suiza y de sus HSBC’s…?
Quizá nunca lo sepamos, a no ser que nos lo diga el Ministro Montoro, con su sonrisa despectiva y su prepotencia verbal, pero quizá no nos lo diga jamás, a fin de cuentas, ¿quiénes somos nosotros para merecer tanta información deselectoralizada…?