Desde que tengo uso de razón, sobre todo cuando era un chaval, solo tengo un conejo en mente, o varios, según los casos; y la mayoría de ellos han tenido cierto poder de gobierno sobre mi persona, pero no recuerdo que ninguno recibiera ingentes cantidades de millones de dinero público para hacer su vida más llevadera…
Sin embargo, y no es que me sorprenda, la mayoría de los esperpentos dilapidadores de dinero público pergeñados por el Partido Popular y los que pasaban por allí sin que sus dirigentes supieran nada de nada, han sido en beneficio de los conejos y conejitos que habitan ciertos secarrales en la Península Ibérica:
Un aeropuerto en Castellón para que los conejos se desplacen con libertad y facilidad y una morgue en Madrid para que more su alma por toda la eternidad como si de unos faraones se tratara…