Creo en Europa. Siempre he sido un defensor de la unión monetaria, de la unión fiscal, de la unión defensiva, de la unificación de fronteras, de La Unión Europea en definitiva; pero no a este precio…
Ahora me doy cuenta de que hemos empezado la construcción europea por el tejado, cuando deberíamos haberlo hecho por los cimientos, las vigas maestras: la parte humana.
Hemos permitido que nos gobierne lo mercantil, lo económico, lo particular, el egoísmo…
Nuestros políticos actuales y pasados se deben a sus amos, a sus miedos, a sus deseos personales, a sus obligaciones adquiridas antes de ser elegidos, a sus egos y a su dinero…
Este es el caso de David Cameron y el referéndum en el Reino Unido sobre su permanencia o salida de La Unión Europea, «Brexit», que puede ser su tumba política y la ruina de muchos de sus conciudadanos de confirmarse su salida el 23 de Junio de 2016.
Si exceptuamos alguna gloriosa excepción sin poder real, la mayoría de los políticos son de clase media-alta, pagados de sí mismos, tan ignorantes como verbosos, demócratas de boquilla…
Europa
Las leyes que necesitamos en Europa para cimentar La Unión Europea y que sea fuerte, democrática y humana, no serán ni presentadas, ni mucho menos votadas por esos políticos; son nuestros enemigos, mis enemigos.
Sirven a sus amos prostituyendo las instituciones democráticas con su sola presencia, ensuciándolas, haciéndolas inoperantes por propia voluntad e interés espurio.
Si no nos libramos de nuestra actual clase política y la renovamos, si no la sustituimos por una nueva generación que asuma sus obligaciones como parte de nuestro poder, seremos esclavos para siempre y Europa y La Unión Europea serán un latifundio de latifundios.