Un lugar pequeñito

Un lugar pequeñitoExiste en el universo un lugar pequeñito, tan diminuto, tan diminuto, tan diminuto, que resulta ser irreductible de lo pequeñito que es. Tan pequeño es, que la versión adverbial de infinito aplicada a su pequeñez resulta grande a su vez.

Y, a pesar de ello y de que no lo podemos ver, contiene todo lo que debe contener.

 

Un lugar pequeñito

Érase una vez un diminuto lugar, en el que había un único y pequeño bosque, compuesto por un solo arbolito, del que crecía una solitaria ramita, sobre la cual anidaba una parejita de pajaritos, que criaba a su pequeñín, pajarito también, con el único gusanito, que nunca alzaría el vuelo convertido en una maravillosa mariposa.

Érase una vez un diminuto lugar, en el que había un único y pequeño pueblo, compuesto por una sola casita, bajo cuyo techo crecía una niñita feliz, la cual reinaba sobre su mamaíta y su papaíto, que cuidaban de ella con desvelo, con el único anhelo de verla convertida en la única princesa del reino.

Érase una vez un diminuto lugar, en el que había un único mar, compuesto por una sola gotita de agua con sal, bajo el cual nadaba una tortuguita, que transportaba a un único pececito, de bonitos y brillantes colores, sobre su pequeño caparazón, hacia el lejano lugar en que la tierra toca al mar.

Dedicado a la memoria de todas aquellas personas que han sufrido la barbarie y la sinrazón de un monstruo sanguinario, así como a la de aquellas otras que aún la sufren…


Espero que Vladimir Putin vea sus caras cada vez que cierra los ojos para intentar dormir.