Vida y muerte

Vela-vida-y-muerteAyer, a eso de las 5 y media de la tarde, hice lo que humanamente pude por un hombre al que no conocía y ya no voy a conocer, murió justo ayer, sí, el día que cumplía 71 años.

Vida y muerte

Mala suerte, aunque la suerte no sea un factor, pero para él seguro que ha sido como volver a nacer, aunque sin recibir el calor de una madre amorosa, o quizá ahora precisamente esté con ella disfrutando del calor de ese amor. ¿Quién sabe…?

Le coloqué en una mejor postura para que pudiera respirar un poco mejor, que la baldosa del suelo no era la mejor almohada para él, le dije palabras amables y de ánimo, aun sabiendo que era improbable que las escuchara por el ictus que parecía haber sufrido, pero así y todo, a pesar de no escucharlas, las oyó; y no, no murió en soledad, porque yo estaba con él.

Hoy he recibido en pago por ser humano las amables palabras de algunas personas que lo presenciaron, y la sonrisa y abrazos de la más inesperada de ellas, una mujer con aspecto angelical que llenaría de luz el foso más oscuro y profundo aquí en la tierra…

Aunque anoche y hoy mismo he conseguido librar algunas lágrimas de frustración y rabia por no haber podido hacer nada por él, creo que acabarán saliendo todas en el momento más inesperado, y llegado ese día me liberaré de este trauma y quizá ese ángel vuelva a sonreírme.

Por cierto, la zona de tiendas del intercambiador de La Avda. de América de Madrid no es el mejor lugar para morir, pero tampoco para vivir…