¡Frío!

Comenzó a trepar por aquella pendiente arbolada y llena de matorrales, un paso para delante y un resbalón para atrás; sacaba fuerzas del miedo que le producían aquellos sonidos cada vez más distantes. Caminaba, se arrastraba, lloraba. Allí donde su ropa hecha jirones lo permitía se amorataba la piel y perdía aún más la sensibilidad … Leer más